jueves, 9 de abril de 2015

El primer día! Catán y Bohnanza

Lo primero que quiero decir que esta entrada y unas cuantas más, serán un poco anticuadas, ya que escribiré sobre las partidas anteriores hasta ponerme al día. Así si a alguien le interesa lo que escribo le será más fácil seguirme, entender a qué juego,... y además iré presentando a la gente que forma este grupo.

Pues allí me planté el primer día después de haber conocido al grupo hacía unas cuantas semanas. Sin conocer a nadie y hablando muy poco holandés. Es de agradecer que en Rotterdam, y en general en los Países Bajos, el nivel de inglés es muy superior al de España, por lo que es fácil encontrar a alguien que lo hable, y más aún en las principales ciudades*. Así que después de presentarme en holandés y decirles que no sabía decir mucho más, no tuvieron ningún problema en hablarme en inglés. Así conocí a Bernice, Patrick, Marije, Bert, Arjan, Martin, Christian, Ruben, Lauren,... y unos cuantos más, cuyos nombres no recuerdo. Por cierto que seguro he escrito mal algunos de estos nombres, mis disculpas! Después de un rato hablando con distintas personas la gente se fue juntando, dividiendo en mesas y empezando a jugar.

Yo me senté con Martin, Marije, Arjan y Christian. Después de hablar un poco sobre a qué jugar, con el handicap de que no hubiera texto en holandés, decidimos jugar al Catán, con la expansión de los barcos. 
Mucha gente conoce este juego, así que no voy a explicar cómo funciona. El caso es que esta era mi segunda partida a Catán. La primera vez no me gustó mucho pero quería darle otra oportunidad, ya que al ser un juego tan famoso, tan conocido,... además mi primera partida fue con un amigo al que le encanta y me lo había vendido como super-estratégico. Y aquí mi decepción con el juego. La preparación de colocar por orden tu primera casa me parece que ya decide mucho la partida, pero además el depender de los dados tantísimo... Quizás sea que tengo mala suerte en las tiradas, pero creo que estos mandan mucho sobre la partida y, si te pasa como a mí, y durante muchos turnos no consigues recursos, no hay manera de salir adelante. Por esto creo que no puede considerarse estratégico para nada. Me gusta el azar en los juegos, pero aqui creo que no funciona, o al menos yo no encuentro que me aporte nada más que lo compense. Y no es que sea un jugón de juegos superduros, para nada, ya veréis que suelo jugar a cosas bastante ligeras y partys, pero no le termino de encontrar la gracia a este juego. Creo que debería haber alguna manera de equilibrar estas tiradas.

En cuanto a la partida, jugamos casi siempre en inglés, aunque como es natural entre gente que comparte un idioma, de vez en cuando hablaban en holandés, incluso yo intentaba utilizar mis limitadas habilidades preguntando si tenían tal o cual recurso, o si querían construir, en holandés. Esto se hace realmente interesante, porque vas aprendiendo algo de vocabulario mientras juegas, y también genera situaciones curiosas como la que se dió ante mi pronunciación y es que oro en holandés se dice "goud" y madera "hout", y es que la "g" tiene un sonido fuerte como nuestra "j" pero la "h" no es muda, sino que también tiene un sonido un poco de "j", con lo que muchas veces no sabía si yo estaba hablando de oro o de madera...
Como ya he dicho, tuve muy mala suerte con los dados, y en las negociaciones me perdí alguna que otra vez con la mezcla de idiomas así que perdí miserablemente.

Creo que es un juego que a todo el mundo menos a mi les gustó.


Después de esta humillante derrota, jugamos al Bonanza.
Este me pareció francamente divertido, muy sencillo de jugar aunque un pelín raro de explicar esto de plantar judías. Con una constante interacción entre jugadores, tratando de comprar y vender judías sin parar. Perfecto para calentar antes de jugar a algo más duro o para terminar.

Básicamente tienes una mano de cartas que no puedes ordenar, sino que según robas cartas, las colocas en tu mano en orden, y así es como las irás jugando. En tu turno deberás plantar tu primera carta, tanto si te viene bien como sino, y mostrar las dos superiores del mazo, estas cartas puede que las quieras o que no, en caso de no quererlas tendrás que intentar negociarlas con los demás jugadores, que también pueden darte cartas de su mano que no les interesen. Cuando quieras o estés obligado deberás recolectar y coger el número de puntos que te corresponda.

Era la primera partida de varios de nosotros pero creo que todos lo pasamos bien, además de echarnos unas risas con mis intentos de pronunciar correctamente los nombres de las judías.

Tengo que decir que aunque sean dos juegos bastante ligeros, la falta de costumbre para jugar en inglés, mezclado con el tratar de hablar y entender el holandés hicieron que al final de la noche tuviera el cerebro frito, por lo que incluso esto se me hizo un poco complicado de entender, jajaja.

Me olvidaba de comentar que mientras jugábamos, aparte de beber refrescos y cafés, también traían de vez en cuando cuencos con panchitos, quesos y patatas fritas. Como cosa curiosa se disculparon por no tener verduras, como era habitual, y es que un aperitivo típico aquí son pimientos de colores cortados en palitos, tomates cherry y rodajas de pepino, acompañados de un bol con salsa para mojar. Está rico y es más sano que las noches de pizza y patatas fritas que solía hacer con mi grupo habitual, aunque me chocó mucho la primera vez que lo vi.
Por cierto que está prohibido tener vasos en las mesas para evitar accidentes, lo cual me parece genial.

Y así terminó mi primera noche, con el cerebro agotado pero con ganas de volver a quedar con esta gente, conocerles un poco más y seguir jugando.

Un saludote



* Aquí en Rotterdam se habla mucho inglés, de hecho creo que es una de las ciudades más multiculturales de Holanda. Aquí viven muchos españoles, turcos, chinos, gente de Surinaam,... y por supuesto holandeses. Sin embargo si vais a ciudades más pequeñas, o más al norte o al sur, donde tienen incluso sus propios dialectos, es posible que os cueste un poco más encontrar gente que hable inglés.

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