sábado, 2 de mayo de 2015

El Koningsdag y los Phoenix 010

Bienvenido a esta nueva entrada.

Ya que ha sido hace tan solo unos días, vamos a hablar sobre el Koningsdag, o el día del rey. 
Esta fiesta se remonta a hace ya unos cuantos años y que coincide con el cumpleaños del rey Guillermo Alejandro, el 27 de Abril. Como lo que se celebra es el cumpleaños del rey regente, esta fecha ha ido cambiando a lo largo de la historia.

Este es un día de fiesta nacional, absolutamente todo se decora de color naranja, el color de la familia real. Desde unas cuantas semanas antes podéis encontrar en casi todas las tiendas ropa, accesorios, pinturas, y todo lo que quieras de este color. Ya que hablamos del color naranja, contaré un par de anécdotas: 
El motivo de que este color sea tan importante en Holanda, viene del apellido del primer rey que reinó, Guillermo de Orange (en holandés Willem van Oranje). Por lo que este es el color elegido para la realeza.
Las zanahorias originariamente no eran de color naranja, sino de un color entre morado y marrón, sin embargo en el sigo XVI, se realizó algún tipo de cruze en Holanda para conseguir que tuvieran este color en honor a la familia real.
Las naranjas en holandés se llaman sinaasappel (léase sinasapel). Este nombre viene de una "evolución" del idioma. Por lo visto cuando las naranjas llegaron a Holanda desde China, se las conocía con el nombre, en ingles, de "China's apples" o "manzanas de China". La "Ch" de China, en holandés, no suena como para nosotros sino, algo más parecido a una S, por lo que se les dió el nombre de sinaasappel. 

Y por qué me voy por las ramas con el Koningsdag? Pues porque me lo perdí. Justo ese fin de semana, tuve que bajar a España así que no os puedo contar mucho más. Solo una última cosa, en ese día se permite hacer mercadillo libre, lo que significa que todo el mundo puede sacar lo que no quiera de casa y ponerse a venderlo. Ya depende de la suerte que tengas que encuentres algo interesante o basuras. Mi amigo Martin tuvo la suerte de comprarse un Ciudadelas por 2€, menudo chollo.


Esta entrada viene antes de lo habitual, ya que en vez de juntarme con el grupo habitual, me llamó Martin parair a jugar con el grupo Phoenix010. Este es un grupo de juego más grande, antiguo y organizado que con el que me junto habitualmente. Diría que este es un club de jugones, mientras que mi grupo habitual es gente que se junta para jugar. El grupo Phoenix cuenta entre sus filas con un diseñador de juegos, preparan una agenda de actividades anuales, torneos oficiales de Carcassone, viajes a Essen, relaciones con las editoriales 999Games y White Goblin Games,...
Antes de ir para allá hablé con Martin un poco sobre a qué íbamos a jugar y me avisó de que aquí se jugaba a juegos duros. Esto me acojonó un poco ya que no he jugado a muchos juegos de los considerados duros y mucho menos en otro idioma, que añade un plus de calentamiento cerebral.


Pues allí nos plantamos, saludamos un poco y nos juntamos con Mr.X (no recuerdo su nombre) para jugar a Tzolkin.

Creo que fui yo quien eligió el juego de la surtida ludoteca del club, ya que había oído hablar mucho sobre este juego. 
Como resumen del juego, diré que es un juego de colocación de trabajadores, con la diferencia de otros de las ruedas que lo manejan todo. Hay una rueda central, que marca los turnos de juego, y que al girar hace que se muevan las ruedas que tiene alrededor, desplazando a tus trabajadores a diferentes acciones. En tu turno eliges si quieres colocar trabajadores o recogerlos ya y realizar la acción que corresponda al espacio en el que están. Y según lo que hagas podrás conseguir recursos, comprar edificios, obtener puntos,...
Sinceramente, creo que casi se me funde el cerebro. Con las explicaciones medio en inglés medio en holandés, entendí cómo jugar, aunque no me quedó muy claro cómo obtener puntos, que es con lo que se gana el juego, pero bueno, adelante, que jugando se aprende, no? Jeje.
En este juego tienes que controlar muchas cosas y tener pensada la estrategia que vas a seguir, calcular los movimientos de la rueda y tener pensados unos cuantos turnos por adelantado. Mi cerebro o mi manera de jugar no dan para tanto, así que mi intención era turno a turno ver qué quería y qué podía hacer, sin tener nada muy planeado. Esto me llevó a no tener suficiente trigo al tener que alimentar a mis trabajadores en la primera ronda, por lo que directamente perdí 3 puntos, llevaba 0, así que empecé en -3. Para tratar de compensar esto y no quedarme demasiado descolgado me hize con una calavera, otro trabajador, así tenía 4, y le mandé a la rueda de los dioses (o como se llame) con intención de olvidarme de él hasta que llegase a la posición más alta. Así, al rato, me hice con 12 puntos. 
Ya he dicho que no supe ver muy bien las estrategias, al contrario que Martin y Mr.X, que lo tenían todo muy claro desde el principio, así que ellos tenían siempre un montón de recursos, con los que compraron bastantes edificios, y yo sin embargo me encontraba todo el tiempo sin nada y pensando en cada turno qué tenía que conseguir para poder hacerme con alguno de estos edificios, si llegaría a tiempo a hacerme con la comida necesaria para dar de comer a mis trabajadores,... 
La puntuación final me sorprendió mucho ya que ganó Mr.X, tres puntos por detrás estaba Martin y un punto detras suyo, quedé yo. No me sorprende quién ganó y quién perdió, sino lo ajustadas de las puntuaciones, porque creo que jugué muy mal y sin saber muy bien qué hacer en cada turno.
Como valoración final, la verdad es que no me gustó demasiado, quizás tendría que darle otra oportunidad, pero creo que no es mi tipo de juego. Además no hay gran interacción, casi juegas solo, y eso a mi no me llama mucho. A Martin por el contrario el juego le encantó.


El siguiente juego de la noche fue La Isla Prohibida.

Este es un juego cooperativo, en el que tendremos movernos por una isla que se va hundiendo poco a poco, tratando de conseguir los tesoros que hay en ella, y después huir en el helicóptero. 
Comparte algunas mecánicas de juego con Pandemic, su hermano mayor, como la manera en que se hunde la isla, similar a las cartas de propagación (creo que se llaman así).
Jugamos con Rob y Evelin, un total de 4 jugadores. Yo ya sabía jugar pero Evelin y Martin no, así que lo explicó Rob en un momento, y en seguida a jugar. 
Es un juego fácil de explicar y jugar, sin grandes dificultades, ni cientos de acciones a realizar en cada turno. Nos dividimos bien para mantener a flote las losetas que nos eran imprescindibles para sobrevivir pero finalmente, quedando 4 losetas, llegó una última inundación y perdimos el helipuerto, por lo que nos quedamos sin posibilidad de escapar.
Como ya he dicho es un juego sencillo, bastante entretenido y que mantiene la tensión cuando lo juegas. Me parece que está muy bien para jugar un cooperativo rápido, para jugar con niños o gente no jugona,...
A mí me gusta, aunque ya empiezo a preferir cosas más complejas, pero a Martin después de haber jugado al Tzolkin y haberlo disfrutado, se le notaba que esto le sabía a muy poco jeje.


El último juego fue El Grande.

Para esto nos juntamos, Martin, Evelin, Rob, Julie y yo.
Este es un juego de mayorías en el que, colocando tus meeples en las diferentes zonas del tablero tratas de hacerte con el dominio de estas y puntuarlas. Al inicio del turno, empezando por el jugador inicial, todo el mundo elige una carta, que indicará el orden de juego y la cantidad de meeples que tendrá disponibles. El orden de juego es importante ya en tu turno deberás hacerte con una de las cartas de acción disponibles, que te permitirán cambiar las puntuaciones, puntuar algunas zonas directamente, mover meeples, al rey,... además de indicar cuántos meeples de tu reserva puedes colocar.
Este juego me sorprendió gratamente, porque pensé que iba a ser otro quema-cerebros como el Tzolkin, sin embargo es bastante más ligero y rápido. Tiene una interacción entre jugadores que me parece más graciosa, cuando alguien se mete en tu terreno y cosas así, además de cierto faroleo, ya que existe la torre, donde puedes echar meeples a fin de puntuarlos más tarde y mandarlos a alguna zona (mediante una votación secreta), como todo el mundo ha ido echando meeples, no sabes bien quién se va a llevar más puntos de ahí ni, después, a dónde los van a mandar, ya que pueden estar planeando una invasión desde ahí que no veías venir.
El elegir cartas de acción es muy importante, así como la carta que juegues para determinar tu posición, ya que está bastante ajustado para que si juegas el primero, puede que te lleves la mejor carta, pero no podrás colocar tantos meeples, y al revés.
Aparte de la interacción y el faroleo, lo que le distingue mucho de Tzolkin es que aquí no puedes planear una estrategia muy a largo plazo, ya que se puntúa cada poco, y además cada turno las cartas de acción y las posibilidades cambian, por lo que es muy posible que no puedas hacer nada de lo que habías pensado.
Como ya digo me gustó bastante, fue una sorpresa muy agradable. No gané por un punto, superado por Evelin, mientras que Martin creo que quedó último. Está claro que lo suyo son las estrategias a largo plazo y las mías corto.
Lo último que quiero comentar sobre este juego es que se puede jugar a nueve turnos o a seis. Según esto se puntuará cada tres o cada dos. Nosotros jugamos a seis y creo que es suficiente, no creo que hubiese cambiado mucho jugando a nueve, simplemente estar más rato.





Esto fue todo en esta intensa sesión.


Un saludote

1 comentario:

  1. Juegos variados, un colocación de trabajadores, un cooperativo y uno de mayorías... buena sesión, diría yo. El Tzolkin lo tengo pendiente de estrenar desde hace un año con mis vecinos, lo mismo lo juego antes contigo :)

    En cuanto a lo de los mercadillos del día del Rey, lo siento, pero yo soy anti. No me gusta nada ver como esta gente revienta las calles con sus alfombras o mesitas, en las que ponen lo que no quieren, esté en el estado que esté... porque se ve cada cosa. Como curiosidad está bien, pero cuando lo ves muchas veces...

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